En una época marcada por la preeminencia ya sea de la ciencia, que supuestamente describiría a la realidad empírica de un modo directo e inmediato, ya sea de los signos monopolizados por los procesos de significación que llegaron a un lugar central con el giro lingüístico, las texturas de la imaginación rescatan a la sensualidad material de lo real soslayada por las abstracciones reinantes en esas dos posiciones polares. El trabajo de la imaginación, al promover la aparición de lo real como imágenes que no son meras apariencias, nos da la posibilidad de rescatarnos, al mismo tiempo, de las posiciones subjetivas desde las que insensiblemente mantenemos a las micropolíticas dominantes que dan forma al mundo en que vivimos. En la imaginación podemos volvernos parte de eventos transformativos en los que lo real pulsa para ser más de lo que es.
Texturas de la imaginación es el primer volumen de la trilogía El espectro y el signo que articula de un modo clínicoteórico las consecuencias de un enfoque crítico y poético de la psicoterapia. Sin echar por la borda la dimensión del signo, cuestiona su identificación con los procesos de significación a partir del giro lingüístico que, desde la filosofía, se extendió a la psicoterapia cobrando una primacía que le permitió actuar como un refugio ante la realidad vívida de la existencia en su verdad histórica. Sin retroceder a una visión de la realidad empírica de los sentidos que aspire a una condición científica, sigue al espectro de la experiencia material y sensual que no deja de embrujar a la primacía del signo para presentar la estética, la ética y la política de una psicoterapia centrada en la dimensión del sentido y en la materialidad sensual y singular de la existencia.