En "Grano de sal y otros cristales" convive una alacena singular: curiosas reflexiones sobre la cocina mexicana, así como sus similitudes y contrastes con la francesa; entretenidas crónicas gastronómicas del autor, a su paso por el país que vio nacer a Montesquieu; y con sazón nerudiano, placenteros homenajes a varios alimentos, platillos y usos y costumbres alrededor del fogón. También, cuenta con un recetario del siglo XIX, heredado al autor por sus bisabuelos maternos, y una serie de menús, poemas, traducciones, saludos, y una mina de refranes que aderezan las páginas de este libro.