En 1945 un campesino egipcio halló cerca de mil páginas en papiro cuya antiguedad se remonta al siglo IV d. C., y se trata de 13 manuscritos que contienen relatos de la vida de Jesús, María y José, en versiones que nunca se habían conocido. La importancia de estos evangelios radica en que fueron escritos por personas que vivieron en la época en que Jesús estaba vivo.