La Iglesia está llamada a ser el medium intrínseco del acontecimiento salvífico de Cristo para el hombre de todo tiempo y lugar. Pero dos cuestiones han puesto en entredicho esta afirmación aparentemente sencilla: ¿de verdad es necesaria la Iglesia?; ¿acaso no basta la relación personal e inmediata del creyente con Dios?
Ambos interrogantes, que expresan la dialéctica individuo-institución y la difícil relación entre la experiencia personal de Dios y la experiencia de una fe colectiva, reclaman respuestas que apuntalen la credibilidad de la Iglesia. Además, invitan a profundizar en los elementos esenciales que configuran el núcleo de la eclesiología.
Las seis lecciones de fundamentos eclesiológicos que articulan esta obra tienen como lógica de fondo la realización de una eclesiología en devenir. Esta ciencia teológica es un saber «situado» que busca describir la realidad esencial de la Iglesia, su naturaleza y su misión, su origen y sus estructuras, así como su ser concreto e histórico.
El acercamiento al misterio de la Iglesia se realiza aquí como un ensayo de eclesiogénesis, reconstruyendo el objeto teológico «Iglesia» en clave histórica y hermenéutica, sin olvidar la importancia decisiva que ha tenido el Vaticano II –«el concilio de la Iglesia sobre la Iglesia»– y la convicción de que una realidad dinámica siempre permanecerá abierta.
