Los niños con discapacidad pueden aprender, desarrollarse y disfrutar como cualquier otro niño. La clave es brindarles un acceso adecuado al aprendizaje y a promover su integración al ámbito educativo. ¿Cómo? Capacitando, sensibilizando y asegurando la disposición de maestros, asistentes educativos, terapeutas de aprendizaje, padres de familia y otras personas cercanas a estos niños. Y por supuesto, encontrando el medio idóneo para ello: una escuela de educación especial, una escuela técnica, el hogar con un terapeuta, el hospital, un centro deportivo o incluso la universidad. A partir de su investigación y su experiencia personal, la autora brinda a los lectores herramientas para asegurar a estos pequeños, la mejor educación posible, de acuerdo con sus características y capacidades. Orienta a los padres en esta búsqueda del bienestar y desarrollo pleno de sus hijos con discapacidad.
