La abuela Miralejos parece ver cosas que los demás no. Flor, su nieta, se interesa por saber qué tanto ve la abuela. Cuando un genio le concede un deseo, Flor comenzará a entender el lenguaje de los árboles. Ellos le comunicarán sus dolores y necesidades, y Flor hará todo lo posible por ayudarlos.