Existen pocos escritores tan obstinadamente contradictorios y paradójicos como el poeta barroco inglés John Donne (1572-1631), en cuyas obras se establece una alianza memorable entre pasión e intelecto, experiencia y pensamiento. La densidad robusta y alusiva de su poesía es capaz de integrar las emociones más disímiles, los tonos y registros más dispares, desde la sátira mordaz a la elegía más delicada, desde la devoción religiosa a los paroxismos del deseo sexual.
El poeta José Luis Rivas ha seleccionado para el lector sus canciones y sonetos amorosos –sin duda la parte más célebre y apreciada de su obra–, y nos ofrece una traducción impecable, llena de ritmo y fuerza verbal, en la que oímos, al sesgo, la lección de nuestro propio siglo de oro.