En Reversura nos enfrentamos a la libertad poética en el mejor sentido de ambas palabras. No sólo descubrimos cómo la tradición aparece como un as bajo la manga y logra enmarcar el verso que no quiere ser dicho, también asistimos a la concentración de las barreras que parecen romperse, sin dejar de preguntarse por las limitaciones del lenguaje. Reversura es múltiple y se preocupa por la entonación; Reversura es sonora y se ajusta a la imaginación como vía para crear; Reversura es brevedad, es entretejido, es asombro que se encamina a entablar una charla con las diversas lecturas. Más allá del privilegio que significa para la colección de poesía de Elefanta, publicar el nuevo libro de Eduardo Milán es preciso confesar que encontraremos en él una nueva sorpresa en manos de una de las grandes voces de la poesía en nuestro idioma.