Este es un libro necesario y urgente para devolverle a la lectura su fuerza espiritual regeneradora e incluso su poder redentor, por encima de consideraciones accesorias cuando no superfluas que tienen el propósito de suplantar lo principal. Es importante que la lectura, en su sentido más amplio (y no únicamente académico), pase por la universidad y regrese al ámbito social, más fortalecida, dialógica y comunicante.