En enero de 1862, Napoleón III decide enviar un cuerpo expediccionario a México y desencadena una guerra que durará hasta 1867. El emperador desea instalar a Maximiliano de Habsburgo a la cabeza de una monarquía latina y católica para contrarrestar la creciente influencia de los Estados Unidos. No obstante, en vista de los continuos errores de Maximiliano, del costo exorbitante de esa guerra sangrienta y de la falta de realismo de sus objetivos, Napoleón III, muy a su pesar, se ve obligado a retirar sus tropas. Queda el recuerdo de un enorme fracaso, marcado por el fusilamiento de Maximiliano y por la memoria del glorioso combate de la Legión extranjera en Camarón.
Mediante una narración acertada, Alain Gouttman expone con claridad los factores políticos, diplomáticos y psicológicos de esta guerra desconocida que precipitó la caída del Segundo Imperio.