Por mucho tiempo, el tema de la innovación ha estado estrechamente asociado al ámbito de la empresa y el sector privado. A veces, también, a la innovación se le vincula como una práctica consustancial a la tecnología y sus productos. Es cierto que la actividad privada y en particular el sector tecnológico, tienen una larga tradición inventiva, pero la innovación, como esfuerzo individual y colectivo por generar nuevas ideas y adaptar las existentes a nuevos contextos, también es parte fundamental de la vida pública y social. El texto que el lector tiene en sus manos es, precisamente, una estimulante defensa de la innovación como una práctica que no le es ajena a ningún espacio de la administración pública. ¿Por qué la innovación debería ser parte de la vida público-administrativa? Esta es la pregunta que se hace Bogart Montiel, y el libro es una documentada y amplia respuesta de ella.