El concepto de Vida es hoy omnipresente. El discurso humanitarista, la bioética, los libros de autoayuda etc. todos se refieren a ella. ¿Y si la Vida (con mayúscula), en realidad, no hubiese existido jamás? Esta afirmación es el resultado de la genealogía de la Vida realizada en estas páginas. Pero si la Vida no existe es porque sólo existe el querer vivir. Más exactamente: sólo existe nuestro querer vivir. Se trataría de analizar su ambivalencia, su recomposición y, finalmente, sus desplegamientos. Así conseguiríamos empezar a entender qué significa vivir y qué relación hay entre vivir y resistirse al poder. De esta manera, preparíamos el camino hacia lo que verdaderamente nos interesa: ¿Cómo tomar, hoy, el querer vivir en nuestras manos? O lo que es igual: ¿Cómo hacer del querer vivir un desafío contra el fascismo postmoderno? Este fascismo postmoderno en el que la realidad se ha hecho una con el capitalismo y en el que la resistencia supone a menudo tener una vida rota.