Cada una de las transformaciones de nuestro país ha enfrentado resistencias propias a las condiciones de su tiempo; sin duda, el caso más ilustrativo sobre los riesgos que existen en el momento en que el statu quo cambia ha sido el de Francisco I. Madero y la tercera transformación: la Revolución mexicana. A diferencia de las dos transformaciones previas, la Independencia y la Reforma, la iniciada por Madero aún sigue siendo discutida, pues, si bien el triunfo de los constitucionalistas con la promulgación de la Carta Magna de 1917 marcó el cierre del proceso de la Revolución, el ideal democrático de Madero -que el pueblo pudiera elegir libremente a sus gobernantes- no sucedió por el simple decreto de la ley fundamental. En esta obra, Ricardo Monreal analiza los acontecimientos nacionales que permitieron el vertiginoso ascenso de Madero a la Presidencia de la República, y nos recuerda que el maderismo surgió en una coyuntura histórica específica: la de aquel México que atravesaba una grave crisis económica, política y social.