«Fiebre» es un relato donde resalta el manejo del lenguaje: su ritmo peculiar, su construcción y sus peripecias abonan a la narración misma.
La trama, relegada y difusa –a veces oculta detrás del lenguaje–, habla del desgaste de un matrimonio, de su vida en pareja puesta en riesgo por una invasión de termitas debajo de las duelas del cuarto que aloja su biblioteca en común.