“La calle es el primer estar de la ciudad, ofrenda de los vecinos cuyas fachadas son su rostro y tienen por techo el cielo”. A partir de esta frase de Louis I. Kahn, Elogio de la calle hace un recorrido por siglo y medio en la vida de la Ciudad de México, cuando en nuestra literatura el cuerpo de la urbe deja de ser escenario para convertirse en personaje. En este libro, son los escritores quienes dan testimonio de que entre todas las concentraciones urbanas del planeta, difícilmente otro despertará pasiones tan encontradas y patologías tan inexplicables como esta donde persistimos: guerras civiles, especulaciones inmobiliarias, movimientos telúricos, contaminaciones ambientales que trastornan el clima y vuelven histórico el registro de la primavera inmortal y sus indicios. Vicente Quirarte traza un mapa que es el principio de una biografía literaria del espacio llamado por Guillermo Prieto “fuente de empleos y favores, manantial de negocios, lugar de diversiones y de modas, punto de cita de los ricos de todas partes y repertorio en que la civilización exponía sus adelantos y tesoros”.