Tío Tom ha vivido la mayor parte de su ya larga vida en la granja de Mr. Shelby. Es una persona ya casi anciana, encantadora, carismática y muy piadosa, educada en unos valores cristianos que ha asumido con fe y fortaleza. Pero Tío Tom es un esclavo, y para su comprensivo «dueño», puede ser tratado como un objeto. Así, un aciago día Mr. Shelby se ve obligado, por aprietos económicos, a vender a Tío Tom y al pequeño Harry, hijo de la esclava de su mujer, a Mr. Haley, un execrable comerciante de esclavos. En las vidas de Tom y sus seres queridos se producirá un vuelco de consecuencias dramáticas... Retratando el variado conjunto de personajes de esta novela, la autora realiza una cruda pintura de los efectos devastadores de la esclavitud para el cuerpo y el alma de todos los implicados, esclavos negros y propietarios blancos.