ENRÍQUEZ PEREA, ALBERTO (COORD.)
Si la guerra de Reforma hizo que la Constitución de de 1857 se volviera símbolo y bandera, la Batalla del 5 de mayo de 1862 logró que los mexicanos creyeran una vez más en su patria y tuvieran en suficiente coraje para defender su soberanía ultrajada por la intervención francesa. Asimismo hizo posible que el mundo se enterara que cuando los pueblos deciden luchar por su independencia y por su libertad una y otra vez derrotarán las fuerzas de intervención. No importa que se enfrenten a los ejércitos más poderosos del mundo. Como hombres y como patriotas sabrán responder.
Las repercusiones de la Batalla se sintieron desde ese mismo día en la vida de México y del Estado de Puebla, en las relaciones internacionales, en las artes y las letras, en la vida de las comunidades y de los pueblos, e incluso allende sus fronteras. Fue el principio ciertamente de una larga lucha, pero dio finalmente su fruto: la restauración de la República.