Quieras o no, en el mundo actual todos somos parte de muchas redes que, cual telarañas, nos unen con sus hilos, casi siempre invisibles. No importa dónde te encuentres, en la casa, en la escuela, en el automóvil, basta con abrir un grifo, girar una llave o, simplemente, apretar un botón para hacerte parte de la gran maraña hiperconectada.