La empresa, desde la visión que aquí se propone, no sólo no restringe la capacidad laboral y desempeño profesional sino que, en términos de eficacia, conoce un beneficio que resulta de la afirmación del hombre en su lugar de trabajo. De esta manera, a través de la Terapia de la imperfección, entra de lleno en la empresa el espacio del hombre, su verdadera condición humana, imperfecta y falible.