Veraza demuestra aquí que con Antonio López de Santa Anna nació la nefasta tradición de los presidentes mexicanos que utilizan el centralismo político y administrativo para poner la soberanía de México al servicio del imperio que nos invade y nos oprime. La globalización neoliberal nos pone ante el riesgo de una reedición de esta figura y reabre una herida antigua y honda. Este libro complementa Perfil del traidor: Santa Anna en la historiografía y el sentido común (Itaca, 2001).