Los manuscritos de parís contienen la primera versión y el programa del vasto proyecto de crítica global de la sociedad moderna que Marx trazara en 1844, y que comienza por el análisis crítico de la estructura económica capitalista. de manera completamente original, Jorge Veraza demuestra que la peculiar forma plástica en que este programa sale de la mano de Marx ilumina y da sentido a su contenido.
Sin embargo, no obstante el cúmulo de investigaciones y discusiones, que atraviesan todo el siglo XX, en torno a este texto, hasta hoy no se ha intentado restablecer esa forma, ni explicarla ni tenerla en cuenta en las interpretaciones. Pocas veces se puede encontrar tan sorprendente forma de escritura y de pensamiento y, a la vez, tan empecinado esfuerzo por tergiversarlos.
En estas páginas se demuestra por primera vez y de manera incontrovertible la necesidad de restablecer la escritura y el diseño plástico originales concebidos por Marx para, sólo así, recuperar los argumentos científico-críticos que quedaron deformados y falseados en las ediciones existentes de aquellos manuscritos.
A más de siglo y medio de su redacción, y a casi ochenta años de su publicación, los manuscritos de parís permanecen desconocidos porque nunca hemos leído el texto que Marx diseñara y escribiera, sino otro que sus editores nos entregaron en lugar de aquel.
A partir de la escritura y el diseño originales concebidos por el joven Marx, Jorge Veraza descubre en aquellos manuscritos la articulación completa y exacta del concepto de enajenación y demuestra que la dialéctica materialista de Karl Marx es una dialéctica positiva y, por lo tanto, inversa de la hegeliana, esa sí negativa y correlato de un nihilismo que la inutiliza para forjar un discurso revolucionario comunista integral.
Asimismo, Veraza encuentra en los Manuscritos de parís la fundamentación de un marxismo ecologista revolucionario capaz de recuperar el precapitalismo de manera respetuosa y radical, y de reconocer el campesinado como clase revolucionaria comunista en la exacta medida en que confluye con el proletariado en alianza revolucionaria y que, recíprocamente, el proletariado deviene revolucionario sólo en confluencia con el campesinado.
Estos descubrimientos permiten esclarecer aspectos fundamentales del discurso de Marx que han sido interpretados de modo equivocado en los recientes e ineludibles aportes para forjar una alternativa teórica revolucionaria no dogmática, un marxismo propio del siglo XXI. Tal es el caso, por ejemplo, de los brillantes intentos de reconstituir una estrategia política socialista (István Mészarós), de recuperar la dialéctica negativa de Theodor w. Adorno (John Holloway) o de enfrentar la crisis ambiental mediante la ineludible recuperación de la alternativa campesina (Armando Bartra).
