«Antes no éramos colombianos, sino simplemente kunas; ahora el gobierno quiere que dejemos de ser kunas para convertirnos en panameños, y por eso nos mandan maestros y policías wagas a maleducarnos y atropellarnos». -Sháila Colman En 1925, el levantamiento de los gunas en Panamá respondió, en gran medida, a la insistencia de los gobiernos en incorporar a la “civilización” a este pueblo originario por medio de educación, leyes y costumbres que le eran totalmente ajenas. A lo largo de varios años, desde 1907, los esfuerzos integradores dieron pocos resultados y se intensificaron los enfrentamientos. En plena construcción del canal, los estadounidenses tendrán también un papel en esta historia, al igual que empresas extractivas ubicadas en una región rica en látex, carey, cocos, plátano y minerales; sus embarcaciones circularán entre la costa y las principales islas del archipiélago caribeño. El aventurero R. Marsh entrará en escena y, además de apoyar la rebelión, redactará en inglés el acta de independencia de los gunas. Con esta novela, muy apegada a la historia, el autor nos sorprende y seduce con un acontecimiento poco conocido y que influyó significativamente en el devenir del pueblo guna.