La mitad de las piezas que componen este libro puede ser objetada; la otra mitad no. Bajo título irresponsable, dichas piezas esconden la posibilidad de ser leídas al revés o al derecho, porque Juan José Arreola escribe al derecho y al revés, sin revés ni derecho, como la botella de Klein. No obstante, los textos aquí reunidos están limpiamente soplados por un espíritu que parece malévolo en la superficie y en el fondo resulta bueno. ¿Hay en estas páginas veneno? Sí, pero veneno en broma, de ese que cura las intoxicaciones solemnes de falsos apóstoles de la virtud mal entendida.
Entre el coro universal de voces graves y escandalosas, Arreola suena agudamente a verdad con su voz de falsete; dueño de un estilo, no le importa ofrecer aquí las posibilidades extremas de su tentativa de escritor imposible. Sus alardes verbales de jugador perdido son llaves maestras que encajan en todas las cerraduras.