El hombre es él mismo y lo que esconde. Este secreto perseguía a Edgar Allan Poe. El descendiente de la casa Usher que cree que su hermana murió y el asesino del gato negro son víctimas de su doble. En los relatos fantásticos que conforman este volumen, junto al célebre poema El cuervo, el hechizo es total, el horror alcanza su punto más alto y sin embargo la realidad está ahí, tangible, para ahuyentar lo irracional. Fascinado por la obra de Poe, Rubén Darío la prologó admirablemente.