Este libro estudia el complejo proceso que derivó en la independencia de México y la formación de los Estados Unidos Mexicanos. Se trata de un nuevo enfoque respecto de la independencia en 1821. La presente obra desafía la perspectiva de la mayor parte de la literatura especializada. En ella se plantea que la transformación política en la monarquía española universal -que se aceleró tras la invasión francesa a España en 1808 y que culminó en la constitución hispánica de 1812, promulgada por las Cortes de Cádiz, y con las instituciones de gobierno autónomo que dicha Carta estableció, constituyó la revolución fundamental. El estudio que se presenta propone que las insurgencias fueron una serie de movimientos desarticulados paralelos al proceso político que dio forma al Estado mexicano moderno. La experiencia de México fue única entre las naciones del mundo hispánico; no por sus grandes insurgencia sino porque sólo éste entre todos los reinos de dicha monarquía, incluida España misma, se mantuvo fiel a la cultura jurídica y política hispánica. A decir verdad, la Constitución de la República Federal Mexicana, la de 1824, es la culminación de la gran revolución hispánica que estallara en 1808.