Katya Grubbs es la propietaria de un servicio de control de plagas con una estricta política de no lastimar a ningún ser vivo, por pernicioso que pueda parecerles a sus clientes. Su padre, Len, tiene un negocio semejante, pero su principal objetivo es el exterminio total, por medio de venenos y trampas. Toby, el sobrino de Katya, es también su asistente, y prácticamente el único familiar con el que mantiene una relación cercana; no ha visto a su padre en siete años, y con Alma, su única hermana, la madre de Toby, sostiene conversaciones telefónicas que derivan en distanciamientos y riñas. Un día, Katya es llamada para realizar un servicio en Nínive, un complejo habitacional moderno y exclusivo, que fue construido sin respetar ninguna regla de cuidado ambiental; así, la protagonista, parece enfrentarse a un misterio: los insectos que asolan el complejo habitacional permanecen ocultos. Para poder enfrentarlos, ella deberá entender a estos huéspedes inesperados.