“Nada grave”, así, se titula la reciente antología póstuma de Ángel González publicada por la Editorial Visor (Colección de honor). Incluye casi una treintena de poemas heridos de desengaños y adioses. Aquí está el poeta enfrentado, como él diría, a la moratoria crepuscular de la vida. Algunos de los poemas que se reúnen en este libro ya aperecieron anteriormente en alguna antología;los restantes se encontraron medio perdidos entre los papeles del poeta.