En su mayoría, los poemas recogidos en esta antología no fueron seleccionados por sus posibles cualidades sonoras o musicales, sino porque la música aparece en ellos como tema, o como motivo para tratar otros temas. Algunos, en los que la música no es tema ni siquiera motivo, están aquí porque intentan acercarse a la forma canción.
Acaso la escritura de estos y otros poemas alivió en parte mis tribulaciones de músico frustrado. En cualquier caso, el hecho es que lo que en principio fue para mí múscia, al final - que es lo que cuenta -, acabó siendo la poesía.
Ángel González obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1985 y en 1996 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. En ese mismo año de 1996 fue elegido miembro de la Real Academia Española.