Madre de reyes puede leerse como una alegoría nacional, o como una historia inmersa dentro de los cánones del realismo socialista, aunque ya resueltamente liberal. "Ésta es la historia de Lukja Król", inicia la novela, aunque también es la historia de una Polonia que se debate entre varias corrientes ideológicas, una nación que germina y brota de una tierra prolífica y feraz.