Hay una llave auténticamente prodigiosa para salir de este laberinto de enajenación en el que está inmersa la mayoría de la Humanidad. Esta llave la tiene todo ser humano, aunque a veces parezca perdida. Por eso, su utilización no precisa que adoptes extrañas creencias o tengas fe ciega en algo o alguien. Tan solo requiere de tu capacidad de investigar, de indagar, al fin y al cabo, de mirar… hasta Ver. Observar desnudamente esta vida que estás viviendo –tu cuerpo y mente incluidos– y así entender y comprender todo mucho mejor. En ese mirar relajado, que siempre sucede en el momento presente, está la llave que te permite salir de una somnolencia y aturdimiento, de un temor y agitación más que crónicos. A esta llave se le llama estado de Atención Consciente.