D´ANDELI, HENRI; ARREOLA, JUAN JOSÉ
El Lay de Aristóteles constituye la primera traducción castellana, en verso, de Le lai d’Aristote, poema atribuido a Henri d’Andeli, autor activo en el medio universitario parisino en las primeras décadas del siglo XIII.
La versión está a cargo de José Luis Rivas, y se basa en el texto editado en 1901 por Alexandre Héron, curador, en 1880, de las Œuvres de Henri d’Andeli. Su edición de 1901 se ajusta a un manuscrito dado a conocer sucesivamente a la publicación de las Œuvres, y presenta ligeras variaciones formales, así como una mayor extensión del texto. El Lai, redactado en langue d’oïl, consta de 645 versos octosilábicos.
La edición es bilingüe.
Acompaña al poema el cuento El lay de Aristóteles, que Juan José Arreola publicó en Bestiario, en 1959. El narrador jaliciense toma la trama y borda una delicada miniatura literaria: una paráfrasis del texto medieval que declara y aviva la vigencia y la fuerza de la tradición.
La historia es de procedencia oriental y circuló en Europa, con enorme fortuna, a partir del siglo xiii. Se conocen versiones latinas, alemanas y otras redacciones francesas en prosa: el poema del clérigo normando Henri d’Andeli, por el garbo de su estilo, cobra mayor fama y circulación.
La figura de Alejandro Magno alcanza en la Edad Media una popularidad ejemplar y florecen las leyendas y los ciclos narrativos relacionados con el mundo de sus gestas. Así, Alejandro se convierte en el explorador de los abismos marinos, del cielo y del paraíso… Dentro de este marco, especial interés adquiere la literatura dedicada a la educación del príncipe: el Lay de Aristóteles entra en este filón.
El asunto: Aristóteles, maestro de Alejandro Magno, reprocha al alumno sus distracciones con las mujeres. Los encantos femeninos se toman su revancha y el filósofo es sorprendido cabalgado por una deliciosa ninfa.
Un aparato iconográfico, que incluye grabados antiguos e interpretaciones modernas, testimonia la riqueza plástica del tema.
La presente edición ofrece el cotejo natural y gozoso de dos textos lejanos en el tiempo y el espacio, que dialogan en la lengua inagotable de la literatura. El lector mexicano conoce el cuento de Juan José Arreola, constantemente reeditado en sus obras completas; sin embargo, la fuente medieval es a menudo ignorada, incluso por los exegetas más atentos. Colmar este silencio pretende otorgar al argumento, a sus formas, a sus autores y sus lectores, nuevo impulso y razón de ser.