Las encantadas es un libro delicioso firmado por el maestro Herman Melville y compuesto por diez fragmentos descriptivos de las islas Galápagos. Una pequeña obra maestra que posee una especial capacidad de fascinación sobre los lectores contemporáneos y que ahora presentamos en una nueva traducción y con un extenso prólogo a cargo del traductor y especialista David Cruz. Melville encontró en estas islas un escenario ideal donde proyectar o extraer de ellas temas que le obsesionaban de manera pertinaz. El archipiélago volcánico –apenas habitado por el ser humano, en el que la aridez del paisaje natural se veía tan sólo moteado por las aves y unas cuantas especies de reptiles, y donde tienen su morada los animales que le dan nombre– era para Melville algo así como el Infierno, de Milton hecho roca. Tenía ante él, por un lado, un espacio natural que se acomodaba a su imaginación, a su nihilista e irónica concepción de la realidad, y, por otro, un laboratorio de pruebas donde podía comprobar cómo es la vida en el margen o el extremo, pues allí no había nada.