Aurora y Juan Antonio, ella de veintiocho o treinta años, él entrando en los cuarenta, han compartido siete años de vida dedicada al teatro. Con la colaboración de Rubén, alumno de Juan Antonio, ensayan una obra de manera independiente para presentarla en un modesto festival de provincia. Si durante el montaje la fricción entre los miembros de la pareja se hizo cada vez más evidente, a su regreso del festival la tensión crecerá hasta salirse por completo de control, en una escalada en la que los desacuerdos profesionales abrirán camino a otra clase de diferencias.
La lámpara verde aborda el drama de una pareja contemporánea que, pese al amor que los une y a sus pretensiones intelectuales, se deja arrastrar por el torrente de las aspiraciones pequeñoburguesas hasta enfrascarse en una competencia encarnizada y desleal, y al mismo tiempo expone el montaje de una obra teatral llena de paralelismos con el drama de la pareja. El de Aurora y Juan Antonio es un dramatismo doble. Visto así, desde la óptica de una segunda representación, el tratamiento adopta un registro jocoserio que, amén de motivar la reflexión, hace del texto un juego a la vez real y literario que encarna en los personajes de manera espontánea y explosiva. En el seno de una historia más bien de tintes trágicos, la comicidad nace del ridículo trascendental, de la estupidez y la intransigencia elevadas a la categoría de absolutos.