La isla de madera recrea la travesía de los navegantes del Diluvio bíblico a bordo del arca de Noé, con un estilo a un tiempo vigoroso y poético que se permite no pocos pasajes escatológicos. Así, Rafael Antúnez nos entrega un relato colmado de maravillas y desastres, donde la fuerza del lenguaje, por su maravilloso poder creativo, es capaz no sólo de recrear la vida sino la historia misma.