Si no cometes un montón de locuras ebrio en las Vegas, ¿seguro que has estado en las Vegas? Leah McCartney y Alexander Colbourn llevaban consigo el peso del pasado conflictivo de sus padres; su casi inexistente relación era hostil, pero un viaje a Las Vegas, una excitante noche de tragos y un acta de matrimonio unió sus mundos de una manera inesperada y explosiva. Leah estaba dispuesta a acabar con ese terrible error antes de que su novio y sus padres se enteraran, pero, aunque aún no lo notaba, ya era tarde para hacerlo? todo lo que conocía antes de él empezó a carecer de sentido. La gelidez de su monótona vida y no parecía llenarla, y a pesar de querer borrar su irritante sonrisa a puñetazos la mayor parte del tiempo, su cuerpo respondía a él, sus caricias le despertaban los sentidos, su irreverencia ponía su mundo de cabeza. Eran un error, ambos lo sabían, pero no se imaginaban de qué magnitud hasta que el oscuro pasado de sus familias se convirtió en una amenaza para su relación, sin embargo, hay errores que lo valen todo y ellos tenían que decidir si apostar o retirarse del juego. Si apagar el fuego o arder en las llamas de lo prohibido. Si aceptar su irresistible atracción y tocar el cielo, o ceder ante un infierno de secretos y mentiras. El matrimonio entre Leah y Alex salió a la luz, fue lanzado al aire como una granada activada a manos del enemigo, quien estaba dispuesto a aprovechar cualquier debilidad para separarlos. Sin embargo, ellos estaban listos para enfrentarse a todas las armas que apuntaban en su dirección. ¿El problema? La mitad de ellas estaban empuñadas por sus propias familias. La unión entre los herederos de los McCartney y los Colbourn marcó el inicio de una batalla campal, y los secretos que sus padres habían enterrado en el pasado estaban a punto de abandonar sus tumbas para llenarlo todo de sombras, lágrimas y dolor. Leah y Alex sabían que no sería fácil, que sus padres y enemigos lucharían con uñas y dientes para separarlos, y estaban listos para enfrentar al mundo entero solo para mantener a salvo su vibrante relación, pero no tenía idea de que los errores de sus padres los alcanzarían como una bala perdida, no se imaginaban el peligro inminente que los acechaba. Un peligro que no solo pondría en riesgo su matrimonio, sino también sus vidas.