El interés que suscita el Evangelio para la Terapia de la Imperfección es de fundamental importancia. En efecto, el tema de la imperfección que abunda en el Evangelio se manifiesta como tema de la "vida". De la vida, no en su sentido biológico, sino de la vida que surge de sus cenizas, cuando todo en el hombre parece desvirtuado y defectuoso.