¿Dónde están hoy los personajes que forjaron nuestro país?
En este libro hablamos con seres que fueron ilustres, célebres y famosos, no obstante, todavía no han podido trascender el plano físico y acuden a comunicarse, deseosos de hablar de aquello que íntimamente les agobia, de la vida en el más allá y las razones de su congoja.
Hernán Cortés nos habla de la decepción y asombro por lo poco que se le reconoce en América.
Algunos espectros, que dejó sembrados Miguel Hidalgo, lo describen como culto, pero sanguinario.
La fiel y dócil esposa de Agustín de Iturbide se conduele, sintiéndose aún culpable por lo poco que vivió don Agustín, fusilado.
También destaca, la rigurosa misoginia de Melchor Ocampo y su vida personal estrictamente complicada y llena de secretos.
Del Archiduque Maximiliano aparece un secreto amor indígena, escondido en Cuernavaca. Un tierno relato de amor interracial.
No podía faltar Porfirio Díaz que aparece "pintándose" a si mismo con un ácido humor y un muy particular estilo de referirse a sus errores.
Ninguno de los espectros que figuran provoca otra cosa que no sea simpatía, ternura y cierta nostalgia, por muy violentos que hayan sido sus trámites en el mundo.
"Fantasmas Bicentenarios" es un éxito literario "fuera de este mundo"