Durante siglos, China fue un coloso dormido. Pobre y asolada por conflictos de todo tipo, a mediados del siglo XX alcanzó una relativa estabilidad política, bajo la mano de Mao Tse Tung. A su muerte y con nuevos dirigentes, este gigante comenzó a abrirse al mundo, llevando su política económica hacia un capitalismo sui generis. Hoy es uno de los mayores socios comerciales de Occidente. Ésta es la crónica de esa aventura y un avistamiento de lo que viene.