No oculta este traductor de Djuna Barnes su gusto por variantes y correcciones permanentes o por guiños con citas y notas. Poesía que saborea la palabra, la sensualidad, el concentrado jugo / juego del lenguaje, pero que no olvida la ironía para nombrar el desconcierto del mundo.
J.C.W.
El País
(...) confío en que no le importe a Osías que revele un pequeño secreto: este romance suyo tardío con la lírica no es en realidad más que el reencuentro con la novia original. Yo no sé cómo ha vivido este hombre tantos años ¿adúlteros? con la ciencia y cómo acallaba las protestas, que debió haberlas y muy exigentes, del gran amor de juventud...otros versos de aquel Osías Stutman, vuelven a ofrecer con renovada vitalidad un desafío a la inteligencia lúdica, la cultura y la imaginación de los lectores.
José María Conget
Nueva York, enero de 1998