En cine y televisión se llama foley o efectos de sala a la recreación de sonidos que no fueron recogidos en el momento en que una escena fue filmada. Al nombrar así a esta antología, Aldo Rosales Velázquez nos recuerda que en un mundo donde todo parece perfectible, corregible o editable, el pasado no lo es. Si algo hermana a estos cuentos es la obsesión de sus personajes por reconstruir un pasado del que se arrepienten: una mujer ha perdido la custodia de su hija y no se resigna a la idea de una maternidad vía telefónica; un oficinista reencuentra al amor platónico de su infancia en un oscuro bar, y un hombre intenta reestructurar su vida tras una ruptura amorosa. Las historias de Rosales Velázquez se caracterizan por un hábil manejo del suspense, diálogos ingeniosos y valiosas reflexiones sobre la importancia de la técnica para lograr la verosimilitud en el difícil arte de narrar.
Vicente Alfonso