El trabajo poético de este poemario es profundo en cuanto a la creatividad y sensibilidad. Los poemas demuestran consistencia desde el punto de vista de la unidad temática y lingüística. Se manifiesta un tono irreverente e irónico que fortalece un estilo peculiar, denotando madurez y excelente poder con la palabra y la expresión, así como el uso de interrogaciones, que genera un diálogo con el lector. Conecta con agudeza la temática de la cotidianidad mediante imágenes filosóficas bien logradas.
El jurado.