Libro y librero, máquina de cantar y bailar entre las letras, Don Quijote y la Máquina encantadora es una obra de singular ingeniería editorial, un arte de la memoria en movimiento, en el que conviven acompasadamente la crítica y el comentario, la glosa y el ensayo, el archivo y la lista de voces, la fiesta y la historia de la fiesta, la historia y la analecta, el kiosco y el mapa en dos polos magnéticos: de un lado, Miguel de Cervantes Saavedra y su libro-árbol, para decir la voz de Fina García Marruz, y, del otro, su rastro, rostro y eco en Nueva España y México a través de las ideas, las aproximaciones y obras de Alfonso Reyes, Antonio Caso, Julio Torri, José Vasconcelos, por mencionar sólo algunos.