AA.VV
A partir de la década de 1990, se acentuó en México la aplicación del modelo de libre mercado, abierto a las importaciones y a la inversión extranjera. Hacia el interior, este modelo se ha caracterizado por la falta de una política macroeconómica favorable a la inversión y al desarrollo productivo, la carencia de financiamientos suficientes y la demonización de la política industrial. El resultado: un crecimiento económico muy alejado a la tasa anual promedio de 7% que se logró entre 1940 y 1980. En este libro, los autores reflexionan sobre la exigencia actual de plantear una estrategia para reindustrializar el país, modernizar la planta productiva, y generar empleos y salarios suficientes, todo con miras a colocar a México como potencia emergente en materia de desarrollo tecnológico e innovación.