Vicente Duque nació en 1965; vivió sus primeros años en Caracas y el Táchira, en Venezuela, y posteriormente en Navarra y Asturias. Es licenciado en Filología Hispánica y doctor en la misma especialidad por la Universidad de Oviedo con una tesis titulada El pensamiento del afuera, una aproximación a la vertiente literaria de la filosofía de Michel Foucault. Ha publicado en volúmenes colectivos diversos trabajos sobre teoría de la literatura y semiótica. Ha colaborado con artículos de crítica e indagaciones en el aspecto estético del pensamiento en la revista de nueva literatura Clarín.
En literatura, más que en la vida, todo es enigma o simulacro. Lo enigmático —que lleva un sentido artificiosamente encubierto y cuyo fin es velar el entendimiento y la interpretación—, alcanza una lúcida belleza en el pensamiento de Vicente Duque, al ofrecernos una profunda reflexión necesaria por ineludible: «... la contramemoria trágica que ha sacrificado la verdad y ha disociado las identidades.» La literatura supone siempre retorno, origen. De ser cierto, pregunta su autor: «¿De qué manera las teorías literarias suelen ser teorías inconclusas de seres, que, como Orestes, se nos presentan liberados de toda remisión a un origen y de toda nostalgia por él?». A través de la conciencia y la consciencia de los personajes estudiados, y a pesar de que en ambos vocablos se pretende hallar la misma verdad, el primero remite a la conciencia racional, acabada, mientras que el segundo aparece ligado a un proceso, a una acción del alma siempre en movimiento, alusión a un «Yo» en construcción, nunca acabado. Y es así la vida y es así toda obra literaria, como lo muestra bellamente este autor quien, a lado de Foucault, denuncia que estamos en un interior en el margen de un mito, y que la palabra del afuera es un sueño que solo podemos prolongar. Enigma y simulacros tiene el tono nietzschiano de quien advierte que, en literatura, no hay otra salida que enamorarse de su propia disolución y cortejar su fin.