Este volumen contiene lo esencial de lo que sabemos sobre Nicolas Poussin a través de sus propios escritos o de los testimonios de aquellos que lo conocieron. Estos textos no aluden tanto a su obra en sí como a su manera de pintar, de pensar o de vivir; no podría compresnderse al artista sin conocer al hombre. Afortunadamente, los documentos permiten hacerse una opinión bastante clara de sus ideas y de su carácter: en primer lugar sus cartas- más de ciento ochenta en total-, lugo sus observaciones en torno al arte de pintar encontradas entre sus manuscritos póstumos, y finalmente el testimonio de sus primeros biógrafos: Bellori, Félibien, Sandratt, y de algunos viajeros que tuvieron la suerte de conocerlo.