Además de ser un escritor clave para la literatura mexicana contemporánea, Carlos Fuentes siempre reconoció también sus deudas con la literatura española. Más en concreto, se perfiló como continuador de lo barroco, un concepto que ayudó a articular y elaborar, tanto en sus ensayos como en sus textos literarios, a partir de la experiencia específica de la modernidad en América Latina. Su contribución al debate actual sobre lo barroco como experiencia transhistórica, particularmente vinculada a la postmodernidad, es fundamental, pero aún no había recibido la atención que merecía. Este libro constituye el primer estudio sistemático de la sensibilidad barroca en la narrativa de Fuentes, y propone un método de lectura original y consistente para acercarse a ella analizando cuatro novelas representativas de la obra del autor: Aura, Constancia y otras novelas para vírgenes, La frontera de cristal y Todas las familias felices.