Jorge Juanes escribe en el prólogo a esta segunda edición (2016), corregida y aumentada, de Los caprichos de Occidente, que no ha dejado de preocuparle la persistencia de individuos que tras deponer su singularidad en nombre del hombre universal pretenden ser pauta del mundo cumpliendo, en consecuencia, el mandato de la metafísica de la subjetividad que determina, catastróficamente, el destino de los tiempos modernos.