Ensayos que la escritora y profesora dominicana y cubana por naturalización, publicó en el libro Invitación a la lectura (notas sobre apreciación literaria), editado por el Instituto Cubano del Libro, La Habana, en 1975. A través de este ensayo, la autora reflexiona sobre tópicos como la literatura y la práctica de la lectura, entendiéndola entre sus principales aspectos como “la eternidad de lo probable”. Así, expone en una serie de cuestionamientos el fin meramente estético de la obra literaria, recordándonos que su variedad corresponde a la necesidad de cada lector y que no es necesario ser un experto o profesional en la literatura para disfrutar de una buena obra, sino que es un ejercicio y un gusto que se cultiva.