El piloto Fabien afronta la noche en su vuelo de correos desde Patagonia a Buenos Aires. Enfrente una violenta tormenta difícil de eludir y que llena de extrañeza a la tripulación. Podría ser algo más. En Buenos Aires, Rivière, su patrón, creador de los vuelos nocturnos, medita sobre su "obra" en la compañía. Personaje duro e inflexible, pero no insensible, exige un compromiso absoluto con la organización y con el cumplimiento del servicio. Y lo hace cuando mientras masca la tensión por una fisura que puede llevar al "drama": de las tres escalas que surcan los mares de la noche por el cielo de Sudamérica, una de ellas, perdida en un imprevisto ciclón de nieve y fuego, tendrá muy difícil su vuelta. Mientras tanto, la esposa de Fabien se muestra muy inquieta sobre la situación de su marido. Rivière tendrá que afrontar la situación en medio de su propio e inexorable "drama". Saint-Exupéry construye en esta magistral novela, de estilo conciso, pero épico y lírico a la vez, un relato como pocos se han escrito en torno a la problemática del héroe, para quien toda acción se revela en términos absolutos, aunque sea desempeñando un simple "oficio". Conocía por experiencia propia todo lo narrado y consiguió recrear en esta obra maestra toda la fuerza y el calor de lo vivido. Además, Vuelo nocturno se convirtió en un relato premonitorio de su extraña desaparición y muerte en un vuelo de reconocimiento durante la Segunda Guerra Mundial. Hemos tenido en nuestras manos numerosos relatos de guerra o de aventuras imaginarias, en los que el autor daba a veces prueba de un logrado talento; pero que hacían sonreír, sin embargo, a los auténticos aventureros o combatientes que los leían. Este relato, del cual admiro su valor literario, tiene, por otra parte, el valor de un documento real. Estas dos cualidades, tan inesperadamente unidas, dan a Vuelo nocturno su excepcional importancia." André Gide.