Es inequívoco, los colores hablan y las palabras dibujan: abren el pájaro en la imaginación y siembran la imagen del sueño, de pronto nítida. En Voces de luz la relación indisociable entre color y verso, visión verbal y lienzo del paisaje, se vuelve explícita por la fuerza de la colaboración, por el arte de la yuxtaposición que mira la cascada de Lapsus Temporis entre los antojos de abrazo de la poeta Lili Conde.